En maquinaria crítica, o aquella cuya detención implicaría la parálisis de una línea de producción entera, las paradas no previstas por averías o un mal funcionamiento puede generar un gran número de consecuencias no deseadas. Por eso es importante conocer cuáles son las causas de la reducción de la vida útil de los lubricantes industriales en máquinas críticas.
¿Cuáles son las causas de la reducción de la vida útil de los lubricantes y sus consecuencias?
Causas de la reducción de la vida útil de los lubricantes
La temperatura
La temperatura del aceite es un factor que, en gran medida, puede deteriorar su condición. En el caso de lubricantes que trabajan a una temperatura elevada durante largos periodos de tiempo, la reacción de degradación se acelera. Por eso, mantener el aceite a la menor temperatura posible hace que se prolongue la vida útil de los lubricantes y se consigue disminuir así la velocidad del proceso de degradación.
El Oxígeno
El oxígeno es el principal agente causante de la reacción de oxidación de la base lubricante. La reacción de las moléculas del aceite ante el oxígeno se evidencia ante el incremento de la viscosidad, generación de barnices, lodos y sedimentos en el aceite. Otro efecto de la presencia del oxígeno es el agotamiento de los aditivos que, en casos extremos, puede provocar corrosión.
La contaminación
Ciertas partículas procedentes de la contaminación por agua, polvo u otros agentes externos son catalizadoras de la degradación del aceite, acelerando así las reacciones químicas. Otros contaminantes pueden ser; el propio aceite degradado, las partículas metálicas (por ejemplo, de cobre o de hierro), los ácidos o el agua proveniente del sistema.
Causas de la reducción de la vida útil de los lubricantes
Para saber el efecto causante de la degradación habría que analizar cada aplicación por separado, pero sí es aconsejable desarrollar una serie de buenas prácticas que formen parte de un proceso proactivo enfocado a retardar el efecto de la degradación. Esas buenas prácticas se centran en mantener el aceite lo más limpio posible, incluyendo filtros o reduciendo la malla de filtrado, incrementando la tasa Beta (eficiencia del filtro) si fuera necesaria o sustituyendo un eliminador de aire, pero también para comprobar que existe presencia de agua.
Un buen ejemplo es el sector eólico, en el que la degradación de la maquinaria se produce de forma lenta, debido a que la temperatura no pasa de 65 °C. Sin embargo, la entrada de aire influye en la degradación del lubricante acelerando el proceso de degradación. Una multiplicadora o una prensa ofrecen características particulares propias. Aunque en algunos sistemas no es posible, una de las maneras más fiables de “alargar” la vida útil del aceite es refrigerándola lo máximo posible.
Si bien la degradación del lubricante es un factor de riesgo para él mismo y para el equipo, pocas veces viene de forma aislada y en la mayoría de los casos es el resultado de una serie de factores negativos que derivan finalmente en un ataque agresivo sobre el lubricante.
Según el tipo de industria, existen lubricantes que están sujetos a contaminarse con otros por razones de proceso o por una simple confusión. Si bien es posible observar las mezclas de lubricantes, el efecto de dicha contaminación puede derivar en situaciones de precaución para el mantenedor, ya que, al encontrar valores anómalos en sus informes, se necesitará tomar la decisión de seguir trabajando o de reemplazar el lubricante, lo que en muchas situaciones implica un alto costo.
Por otra parte, con una monitorización adecuada es posible determinar la compatibilidad de fluidos que se utilizan durante un proceso, ya que hay aceites sintéticos que pueden ser incompatibles o puede estar presente un aceite remanente que reaccione molecularmente. De ello se puede derivar una obturación de filtros, una pérdida de aditivos y otras incidencias que obliguen a detener la máquina.
¿Es posible maximizar la vida útil del aceite lubricante en máquinas críticas?
Aunque todo aceite lubricante tiene una determinada vida útil marcada por su degradación, se puede prolongar si prestamos atención a ciertos cuidados. Las claves de esto se centran en mantener el aceite limpio, libre de agua, no expuesto al aire y en la medida de lo posible a baja temperatura. Son consejos básicos y medidas que deberían aplicarse desde el primer día.
También debería estar lo más alejado posible de todo tipo de partículas, aunque si bien es cierto que en algunos tipos de maquinaria esto sea un reto mucho mayor.
Mediante la monitorización con sensores es posible realizar un análisis pormenorizado del aceite lubricante de una máquina. Gracias a este y a otros métodos se conocen parámetros sobre degradación como el AN (Acid Number), la oxidación por FTIR, el análisis de contenido de antioxidantes mediante RULER y la viscosidad del aceite.
Con respecto a las partículas, se cuantifican y se clasifican por tamaño de acuerdo con los Códigos ISO 4406. Todos estos datos se reducen a un porcentaje y a un sencillo indicador que ayuda a maximizar la vida útil del aceite lubricante en las máquinas críticas.
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